En un libro de recuerdos titulado-EPA ISIDORO-, Cuenta Roman Martinez galindo, quien fuera pianista, arreglista y director de la Oquesta Billo´s Caracas Boys durante nueve años, la relacion especial que hubo entre Billos y el tema "Epa Isidoro", dedicado a un cochero de Caracas de los techos rojos. Billos jamas canto en publico otra cancion que no fuera {esta,.
Cuando Billo entonaba aquella cancion que se inica con esa exclamacion: " EPA ISIDORO", todo el publico asistente al baile dejaba de bailar y se detenia a escuchar al maestro dedicandole su cancion a Isidoro, para al final aplaudir con alborozo e inclusive vitorearlo con aclamaciones efusivas y entusiastas.
Y es que Billo, quien amo tanto a Caracas que le compuso varias canciones inolvidables, no podia ocultar su admiracion por el viejo Isidoro Cabrera, quien fuera cochero por casi sesenta años y falleciera ejerciendo su oficio, convirtiendose en uno de los simbolos eternos de la ciudad que jamas volvera.
Isidoro cabrera nacio el 2 de Enero de 1880, durante el segundo gobierno del gral Guzman Blanco en la casa identificada con el numero de 2 entre las esquinas de Teñidero y Chimborazo, parroquia La Candelaria, era hijo de Victorino Cabrera de origen canario, de quien heredo la profesion de cochero a la que se dedico desde 1911 fecha que data su licencia.
Fue sin embargo la decision de dedicarse a este oficio muy romantico, por no decir idealista, la Caracas a finales del siglo 19 era todavia una ciudad con las calles de tierra a la que no habia llegado el pavimento, una ciudad con las calles de tierra salvo las principales que al estar empedradas los cascos de los caballos hacian soltar grandes chispas, y donde todo el transporte, tanto de personas como de mercancias se hacia a traccion de sangre-bestias.
Era la ciudad de los carruajes de topo tipo, desde la sencilla tartana de dos ruedas hasta el lujoso lando de cuatro ruedas y techado, pasando por berlinas faetones, asimismo, era la ciudad de las carretas y carretillas, de los arrieros y sus recuas de mulas que traian los productos agricolas por la via del pueblo de Sabana Grande, de Petare, Chacaito y de Chapellin por donde habia otra entrada a la ciudad.
Sin embargo ya Caracas habia empezado a cambiar desde el septenio del primer gobierno de Guzman Blanco- 1870-1877., quien propuso la modernizacion a la ciudad, y a la francesa, y acometio importantes obras publicas, como la edificacion del Capitolio Federal, la remodelacion de la Plaza Bolivar, el alumbrado publico a gas y la construcion del ferrocarril Caracas-La Guaira, inaugurado en 1883, con motivo del Centenario de El Libertador Simon Bolivar.
Guzman quien se distinguio en su interees por la modernizacion del transporte publico, autorizo en su segundo mandato el funcionamiento de la primera empresa de tranvias tirado por caballos, que comenzaron a operar en 1884, pero en 1907, estos tranvias serian sustituidos por los electricos, de tal modo que el cochero Isidoro se inicio en una profesion que tenia sus dias contados.
Isidoro Cabrera, tenia su parada en la esquina de Monjas a San Francisco, a veces en los alrededores del Capitolio o la Plaza Altagracia, fue el unico cochero caraqueño conocido por su nombre y apellido, a los demas cocheros se les llamaba por sus apodos o sobrenombres, como Padre Eterno. Rabanito. Monseñor. Mascavidrio. Tantalo. Morrongo, el elegante entre otros, y a los que podian conseguir con sus vehiculos estacionados en las esquinas centricas de la capital.
En cierta ocasion, el General Ignacio Andrade, presidente de la Republica, quien fuera derrocado el 19 de Octubre de 1899 por Cipriano Castro y su revolucion restauradora, solicito sus servicios para que lo condujera a la casa de Gobierno, conversaron durante el trayecto y el Presidente se intereso en ayudarlo, al descender del carruaje le dijo;: Vuelva mañana que le voy a regalar un coche!, asi desde ese dia tuvo un coche nuevo, un "Victoria" ingles, obsequio presidencial.
Un victoria es un coche de caballos bajos, con entradas entre sus cuatro ruedas, caja que puede ser de tablero, balaustres con un asiento para dos plazas y capota o toldo.
Isidoro ofrecia a los caraqueños sus servicios de transporte utilitario recreativo, en la ciudad a comienzos el siglo 20 era usual pasear hacia la recien inaugurada urbanizacion El Paraiso, donde quedaba el hipodromo de la epoca, o hacia El Calvario. La Candelaria o Gamboa, pero tambien ofrecia sus servicios a los trasnochadores que se dirigian a los nigt-clubs de moda, o a los novios y a sus amigos que llevaban serenatas a las muchachas. La Lechuza o coche nocturno era una viva estampa del ayer.
Cuenta el cronista Lucas Manzano que Isisdoro Cabrera mantuvo una solidad amistad con Don Julian Sabal, hombre de figuracion en los cuadros de la sociedad caraqueña, cliente del prestigioso Club Venezuela hacia donde los trasladaba y lo aguardaba hasta que saliera, en las paginas de CARACAS DE MIL Y PICO, se lee, Dias antes de postrarse en el lecho. Don Julian Sabal,sin que Isidoro lo sospechara escribio de su puño un parrafo en el cual dejaba su ropa, zapatos, unos cuantos bolivares para que reformara su coche y renovara los caballos. Isidoro Cabrera, el fiel y honesto cochero trajeado todo de negro y los caballos enlutados, acompaño al cortejo funebre durante todo el recorrido.
Los coches halados por caballos comenzarian a desaparecer con la llegada del tranvia, el tren los automoviles y autobuses.
Es por ello que a Isidoro por mantener su oficio hasta muy entrado el siglo 20, se le considero el ultimo cochero de Caracas, profesion que ejercio hasta el dia de su muerte en 1963.
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